Fernando Noriega
Fernando es un madrileño de nacimiento y de vocación que se tituló como ilustrador en la escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Madrid en 1984, desde entonces se ha dedicado profesionalmente al diseño gráfico y la ilustración.
Durante sus primeros años de profesión trabajó como creativo en una empresa llegando a ser coordinador del departamento de diseño de la misma. Compaginó esta actividad con numerosos trabajos como ilustrador de libros de texto para
Aparte de la ilustración ha realizado obras de escultura, pintura, grabado y otras técnicas artísticas.
En la actualidad colabora con varias editoriales, revistas y empresas de diseño así como en una página web para niños y maestros pequenet.
Sus ilustraciones se han editado en Santillana, Edelvives, C.C.S., Libsa,
Everest, Anaya, Pearson Educación, Ediciones de
1. ¿Cómo comienzas en el mundo de la ilustración?
Desde niño me propuse ilustrar cuentos, me preparé a conciencia para ello y antes de terminar mis estudios especializados ilustré mi primer libro de texto para la editorial Santillana.
2. ¿Cuáles son tus temas favoritos?
La fantasía en general. En especial los duendes, las hadas, los gnomos, las brujas, los dragones y todo lo que no existe y que si existiera haría de este mundo un lugar mucho mejor. Mi género literario favorito como ilustrador es la poesía infantil, llegué a él gracias a José González Torices que me brindó la oportunidad de ilustrar algunos de sus preciosos poemas y me abrió las puertas de ese extraordinario mundo, por ello le estaré siempre agradecido.
3. ¿A qué ilustradores admiras, y por qué?
Hay grandes ilustradores en el terreno de la literatura infantil que me han servido de ejemplo, a los que admiro y gracias a los cuales decidí elegir su misma profesión como Jesús Gabán, Tino Catagán, Ulises Wensel, Rocío Martínez, etc. pero siento especial admiración por Noemí Villamuza, sus líneas de trazo de lápiz me enamoran y su sensibilidad innata reflejan su ternura y una gran expresividad.
4. ¿Qué técnicas son tus favoritas?
En este mundo hay que dominarlas todas, pero aparte de las imprescindibles técnicas informáticas mi especialidad es sin duda la acuarela y el lápiz de color, esta última me resulta la más personal, la más cercana al papel y con la que más aporto de mí mismo, el lápiz se convierte en la prolongación de la mano y del alma.
De todas formas mi técnica favorita es la ternura, pero desgraciadamente no la enseñan en ninguna escuela.
5. ¿Cómo crees que influye la ilustración en el fomento de la lectura?
La ilustración es una herramienta fundamental y poderosa para fomentar la lectura en los más pequeños, nos vemos obligados a competir con videojuegos, series de animación, películas etc., es decir que nuestro rival es un desbordante universo de imágenes. Los libros deben resultar atractivos a los ojos de los niños y de los padres, con personalidad propia. Tenemos la ventaja de que un libro se puede tocar, oler, llevar y traer como un juguete, por eso mismo debe tener una apariencia que atraiga al niño y que le haga sentirse cercano a él, como si de un osito de peluche se tratara, que además le cuenta una historia.
6. ¿Tiene la ilustración futuro en la era digital?
La ilustración vive en la era digital y es una parte esencial de ella, no se puede concebir un buen video juego sin unos buenos gráficos, personajes, fondos, etc. En cuanto al libro clásico en soporte de papel, soy de la opinión de que siempre tendrá su lugar entre nosotros, y con él las ilustraciones que le dan una imagen personal y característica a cada libro.
7. ¿Condiciona el texto la ilustración?, ¿te has encontrado con un texto difícil de recrear?
La ilustración se debe al texto, a la historia que se quiere contar, si no hay historia no hay ilustración, por lo tanto es esencial que el ilustrador respete al máximo esa historia, que sea una herramienta para enriquecerla y ayudar al niño a entrar en ella. Todos los textos son complicados si no se entienden, es imprescindible leer varias veces el texto y visualizar la escena que decidimos plasmar. De todas formas, los más complicados de ilustrar son sin duda los libros de texto, ahí nos vemos encorsetados y hay un margen muy pequeño para la creación propia.
8. ¿Crees que está justamente reconocido el trabajo de los ilustradores?
Desgraciadamente no, la importancia de la imagen de un libro infantil es fundamental, pero el trabajo de los ilustradores, salvo algunas excepciones, no está suficientemente reconocido.
9. ¿En qué estás trabajando ahora?
Aparte de algún libro de texto y mis colaboraciones en revistas y demás, tengo entre manos una pequeña joya, se trata del segundo libro de la colección Charin de
10. ¿Qué libro te hubiese gustado ilustrar?
Cualquier libro que despierte mi sensibilidad, cualquiera que trate a los niños como niños y no como tontos, no me gustan las gotitas, los payasitos y cualquier otra cosita que acabe en ito o en ita.
Estoy satisfecho con los libros que he ilustrado y soy feliz de poder vivir de mis “monigotes” en este mundo tan materialista. Mi carrera profesional se vio culminada el día que vÍ a un niño de cinco años arrastrando uno de mis libros como si fuera su juguete favorito, ese que quiere llevar consigo a todas partes, sentí que mi labor es realmente importante.
11. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere ser ilustrador profesional?
Sobre todo que se prepare lo mejor posible, que aprenda todas las técnicas a nivel profesional y que se arme de ilusión. Que no se desanime si le cierran algunas puertas y que disfrute con su trabajo, y por último que sea consciente de que vivir de esta profesión es un privilegio, así que vale la pena intentarlo.
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