Alejandro Diego Nieto

9:55 Red de Bibliotecas Municipales de León 0 Comentarios


Nací en Salamanca en 1977 y allí estudié medicina. Desde 2002 ejerzo como cardiólogo en el Hospital de León. Comencé a escribir relativamente tarde si me comparo con otros autores: terminé Ángeles, mi primer cuento breve, en el año 2000, por lo que, a todos los efectos, me gusta definirme como un escritor del S.XXI. Con esto quiero decir que considero que la pluma y el cuaderno están bien para el romanticismo de las cartas y diarios, pero la letra de nuestros tiempos es digital y se crea y se distribuye en internet. Así, me uní a la comunidad literaria del foro ¡¡Ábretelibro!! en el año 2008 y desde entonces he participado activamente en él, tanto como moderador como participante en sus certámenes de relatos y ponente en sus jornadas literarias.
Publiqué mi primera novela, La sombra del norte, en 2007 con la editorial Anthema. Es el primer volumen de una saga de fantasía épica que lleva por título Leyendas de Eillar´had. En 2008 publiqué la segunda entrega, La hechicera Yamnè, así como un libro de relatos, Punta Rota y trece cuentos, y, siguiendo esa corriente informática de los últimos tiempos, lo hice utilizando los servicio de publicación on-line de la editorial virtual Lulu.com.
Actualmente trabajo en la tercera novela de mi saga, que espero tener lista para final de año, así como en otros dos proyectos que tardarán algo más en salir a la luz.


¿ Se nace lector o se aprende a leer?


Creo que puedo atreverme a decir que se aprende. Es cierto que cierta personalidad innata puede servir para condicionar que la primera vez que te encuentres ante un libro todo sea amor a primera vista, pero creo que todos los que somos lectores habituales podemos recordar perfectamente a esa persona que nos contaba de niños las historias sobre lo que acababa de terminar de leer y con la que aprendimos a disfrutar de lectura.

¿Crees que hay una edad para cada libro?

Más que una edad, creo sinceramente que existe un momento para cada libro. Este momento puede depender de muchas variables en la vida de cada lector y éstas estarán fundamentalmente en relación con los distintos aspectos de la vida emocional de esa persona. Lógicamente, la edad es un determinante definitivo de los sentimientos y emociones de cualquier persona, por lo que a ciertas edades es mucho más fácil encontrarse en el estado anímico más conveniente, en ese momento determinado, para un tipo de lectura u otro. Este factor puede ser utilizado por el lector inteligente para ejercitar las diferentes facetas de su inteligencia emocional. Una persona con cierta experiencia será capaz de retrotraerse hacia las experiencias vividas en otro momento y, de esta manera, encontrar el estado emocional adecuado para disfrutar más y mejor de determinados tipos de lectura. O dicho en palabras menos rimbombantes, se puede hacer un ejercicio de memoria emocional que nos permita disfrutar del tipo de lectura que nos atrapaba en el pasado.

¿A qué escritor te gustaría parecerte?

Uff. Ésta es una pregunta con trampa. ¿Se refiere a qué escritor me gustaría que se pareciera mi obra o a qué escritor como persona me gustaría parecerme? Si fuera lo segundo, por supuesto que a Umbral no; si es lo segundo, soy un admirador incondicional de Andrzej Sapkowski.

¿Crees en los bestsellers? ¿Pueden crear adictos a la lectura?

Pues hombre... creo que alguien que tiene a El señor de los anillos como libro de cabecera tiene por fuerza que creer en los bestsellers. Fuera de bromas, creo que el término bestseller se utiliza muchas veces como descalificativo y no debería ser así. Es cierto que en muchas ocasiones los superventas son más el producto de una buena estrategia comercial que un buen trabajo literario, pero un libro no es ni mejor ni peor por el hecho de vender más o menos o de que se publicite en la radio y en la televisión. Muchas veces se resta mérito a esos libros que han logrado arrasar en listas de ventas en los círculos más “serios” cuando la realidad es que la mitad de los que critican esos libros darían la mitad de su sangre por estar en el sitio del autor aclamado. Puede ser algo parecido a la fábula de la zorra y las uvas de Esopo… yo, desde luego, no podría ser más feliz si ahora estuviese en la piel de George RR Martin y hubiese escrito una obra de la talla de Canción de hielo y fuego.

¿Crees que los medios audiovisuales ponen en peligro el libro?

No, no lo creo. Es cierto que durante las últimas décadas han aparecido nuevos medio audiovisuales que han entrado con fuerza abrumadora en el campo del ocio, pero, a pesar de ello, creo que se sigue leyendo bastante. Sí, la televisión, el ordenador, etc… quizá acaparen más tiempo del debido entre la población joven, pero creo que se lo resta a otras actividades, como el deporte o pasear sin más. Me gusta creer que a la hora de irse a la cama, o en una tarde de tormenta, todavía mucha gente nos acercamos al libro como nuestro mejor amigo para esos momentos.

¿Qué opinas de los premios literarios? ¿Son un trampolín para escritores noveles?

Por supuesto, un trampolín publicitario y una forma de sustentar este “vicio” que es la escritura en muchas ocasiones.

¿Cómo descubres la literatura fantástica?

Desde que tengo uso de razón he pasado la mitad del tiempo soñando despierto. No importaba dónde estuviera, mis sentidos siempre han tenido predilección por lo insólito, lo extraordinario; desde la mitología clásica hasta los cuentos de hadas de la tradición europea, desde las novelas de García Márquez a las películas de terror. Todo este conjunto de expresión artística o cultural que nos muestra lo que en realidad no puede ser tiene para mí un atractivo irresistible, posiblemente por la oportunidad única de evasión que proporcionan.

¿Cuales son tus influencias literarias?

Me gustaría poder decir que bebo de muchas fuentes distintas. En cuanto a ficción fantástica, desde los cuentos de terror de Poe hasta las novelas de Margaret Weis y Tracy Hickman me han llevado HP Lovecraft, Conan Doyle, Stoker, la ciencia ficción de Arthur C. Clarke y Phillip K. Dick, y por supuesto Tolkien, siempre Tolkien. De todos modos, como lector he sido siempre bastante variado y no me centro en un género concreto, me gusta también alternar literatura extranjera con nacional. Entre los autores nacionales actuales que más me han influido tengo que destacar a Ana María Matute y a Javier Negrete.

Has escrito también relatos cortos, ¿es el cuento un buen formato para jugar con lo fantástico?

Creo que es el mejor de todos. El relato breve es un formato en el que, por sus características, uno no puede describir con detalle los personajes ni la historia que hay detrás de ellos. Se puede parecer a un cuadro impresionista, en el que un par de pinceladas gruesas tienen que producir en el lector una idea, sugerir más que mostrar. En este contexto, un elemento insólito, fantástico o aterrador es como una luz que ilumina la escena entera si se sabe utilizar con un poco de picardía.

¿Cómo ves el panorama literario en España?, ¿es complicado publicar este tipo de literatura?

No creo que sea más complicado que cualquier otro tipo de literatura. Ahora se escribe mucho más y se lee lo mismo o quizá menos que hace años; eso es lo que hace complicado que un escritor tenga éxito, aparte de un par de elegidos. De todos modos por lo que respecta en concreto a la literatura fantástica, actualmente estamos siendo testigos de un boom, posiblemente animado por el impulso de la industria cinematográfica, que parece que ha sacado a la fantasía del terreno exclusivo para minorías en la que parecía que se había quedado durante los noventa.

¿Nos podrías recomendar un libro?

Siempre que me preguntan por un libro trato de elegir alguno que no sea demasiado conocido. Alguna joya escondida que haya llegado a mis manos un poco por casualidad. Hablando de literatura fantástica, disfruté como un loco con Jonathan Strange y el Señor Norrell, de Susanna Clarke.
Un libro de cuentos breves… en estos momentos estoy leyendo Brillan monedas oxidadas, de Juan Eduardo Zúñiga, y me ha conquistado por completo.

Actualmente en que estás trabajando

Actualmente tengo varios proyectos en marcha. Estoy apunto de terminar La espada del desierto, el tercer volumen de mi saga fantástica, Leyendas de Eillar´had, y tengo comenzadas tanto una novela juvenil de aventuras y una novela realista más intimista y personal sobre los riesgos de la globalización. Por supuesto, no quiero abandonar la costumbre de seguir presentando mis nuevos cuentos a los certámenes de relato breve.

¿Quieres añadir algo?

Antes de despedirme me gustaría animar a todos los que lean esta entrevista a lanzarse al encuentro con la literatura fantástica. Sé que muchas personas miran la literatura de género con cierto escepticismo, pero muchas veces basta un paso solamente para que un relato te enganche y te abra la puerta a un mundo maravilloso. En estos tiempos que corren de formas tan duras y definidas, la oportunidad de viajar y alejarse de todo un poco permite volver luego y contemplar lo que te rodea con un poco más de perspectiva.

Por supuesto quisiera agradecer a todo el personal de la Red de Bibliotecas Públicas de León el magnífico trabajo de divulgación que estáis haciendo y la oportunidad que nos dais a nosotros, los escritores noveles que apenas hemos despegado.

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