Cristina Peñalosa

10:42 Red de Bibliotecas Municipales de León 0 Comentarios

María Cristina Peñalosa Giménez nació en León, ciudad en la que reside. Hasta el momento, ha dedicado fundamentalmente su actividad literaria a la narrativa breve, género en el que ha obtenido diversos reconocimientos y premios, entre ellos el Imágenes de Mujer del Ayuntamiento de León, el Premio al mejor relato de autora leonesa también del Ayuntamiento de León, el Villa de Mazarrón “Antonio Segado del Olmo”, el Santa Bárbara Minera, el Premio al mejor relato en el ámbito de Castilla y León, de la Asociación Cultural Atenea de Salamanca, el Premio al mejor relato de viajes de El País-Aguilar, el premio de la Casa de Castilla y León en Toledo y el segundo premio del concurso de narrativa Dulce Chacón. También ha sido finalista en diversos certámenes de cuentos que sería prolijo citar.

Su relato Cenicienta se muere por bailar un vals fue incluido en el libro Cuentos, cuentos, cuentos de la Sociedad General Española de Librerías, dirigido a estudiantes de español como lengua extranjera y utilizado en varias universidades francesas.

Dos de sus novelas fueron seleccionadas en los concursos Ateneo de Valladolid y Vargas Llosa.

Ha sido finalista en los concursos de novela Ciudad de Badajoz, Felipe Trigo y algunos otros.

Su novela La conquista del olvido ha sido galardonada con el Premio de Novela Diputación de Córdoba 2009.

1- ¿Se nace lector o se aprende a leer?

Se aprende a leer y, en ocasiones –como fue en mi caso—, se tiene la suerte de que alguien muy próximo te inicie en la magia de la literatura antes de que conozcas el código que te permite emitir el sonido correcto al juntar una letra con otra. En aquellas frías tardes de invierno leonés, cuando yo era tan niña que las letras sólo eran para mí pequeños e incomprensibles dibujos negros sobre fondo blanco, mi madre se sentaba conmigo junto al radiador del cuarto de estar y me leía los cuentos de Elena Fortún. Esas tardes, en las que con frecuencia veía caer los copos de nieve tras los cristales de la ventana, me convirtieron en lectora y despertaron en mí el deseo de escribir.


2- ¿A que escritor te gustaría parecerte?

A Cristina Peñalosa. Creo que literariamente todos somos deudores de nuestras lecturas y las mías han sido muy diversas; pero me gustaría cultivar mi propio estilo y reflexionar, desde la ficción que es un buen instrumento para explorar la realidad —no en vano buena parte de nuestra memoria está constituida por recuerdos distorsionados por la fantasía— sobre los temas que me interesan. Me gustaría despertar y mantener el deseo de leer en las personas que inicien la lectura de un texto mío y, sobre todo, que lo pasen bien leyéndome, que les resulte fácil. Ya se sabe que todo lo que se lee con facilidad ha sido difícil de escribir, pero la belleza de la sencillez debería de ser uno de los objetivos de cualquier escritor.



3- ¿Nos podrías recomendar un libro?

Os podría recomendar muchos, demasiados... Me he dado una vuelta por la biblioteca de mi casa que se extiende por las paredes como la yedra por mi terraza y serían tantos que... Teniendo en cuenta la amplia oferta de que disfrutamos actualmente, creo que debéis leer lo que os motive, lo que os atraiga, lo que os intrigue... Y también que no debéis sentir ningún pesar por abandonar un libro sin concluir su lectura. Seguro que la culpa la tiene el autor, porque el mayor pecado de un escritor es aburrir y de nada vale la exquisitez en la elección de las palabras o los párrafos preciosistas si, en realidad, no se cuenta nada. Y para concluir, he de confesar que no sé por qué pero a mí me cuesta leer los libros que me recomiendan, quiero elegir personalmente mis lecturas, así que no voy a citar ningún título.

4- ¿Crees en los bestsellers? ¿Pueden crear adictos a la lectura?

Entre los bestsellers hay de todo y algunos pueden ser interesantes. En la elección entra el criterio de cada lector. Cada persona tiene un nivel de exigencia –algunos muy bajo— pero llega un día en que los autores que venden mucho pero apenas cuidan sus textos no satisfacen a esos lectores que se iniciaron con cualquier cosa pero que ya han alcanzado cierta madurez lectora y, entonces, buscan otros escritores. Yo creo que sí, que los bestsellers pueden propiciar la lectura y que una vez que la persona descubre que la literatura, especialmente la de ficción, le proporciona la posibilidad de vivir aventuras increíbles y, sin embargo, verosímiles y de viajar a lugares que, en ningún caso, podría conocer de otra manera, se engancha.


5- ¿Crees que los medios audiovisuales ponen en peligro la lectura en soportes tradicionales?

No, no lo creo. A la mayor parte de los lectores, nos gusta acariciar los libros, olerlos, sentir su peso... Seguimos comprando libros aunque ya no tengamos donde ponerlos. Disfrutamos con las ediciones cuidadas. En cuanto a los audiolibros, recuerdo haber escuchado, además de leído –todo tiene su momento‑‑, algunos cuentos de José María Merino y de Javier Marías en las voces de sus autores y la novela La soledad era esto de Juan José Millás en la voz de Charo López. Tres audiciones de lujo lo cual no quiere decir que no tenga esos libros en soporte tradicional en casa, que los tengo y los he leído.

6- ¿Qué opinión te merece el libro electrónico?

Todo lo que fomente la lectura y nos ayude en el trabajo me parece interesante. Aunque se entiende por libro electrónico tanto la obra digitalizada como el dispositivo para leerla, en lo que se refiere a éste último, todavía queda mucho por hacer. Deberían estar bien diseñados, ser ligeros de peso, tener la posibilidad de ampliar el tipo de letra y de subrayar los párrafos o palabras... Y sobre todo, deberían imitar en lo posible a los libros tradicionales, al papel. Este tipo de libros me parecen muy adecuados para contenidos técnicos y de estudio, para consulta. Por ejemplo para legislación o para temas médicos. Resultarían muy útiles en los servicios de información de la Administración del Estado. Sé que en el Instituto Nacional de la Seguridad Social se utilizan libros digitalizados. También me parecen muy prácticos cuando se va de viaje.


7- ¿Cuál es el título de tu último libro publicado?


He publicado relatos breves en obras colectivas pero el primer libro que publique en solitario será La conquista del olvido, la novela que me premió a finales de 2009 la Diputación de Córdoba y que debería estar en las librerías dentro del año 2010


8- ¿De qué trata?
Es una obra de ficción, una novela en la que reflexiono sobre la memoria y el olvido, la identidad, que no es más que un semblante y que, sin embargo, resulta imprescindible. Y también sobre la pérdida pues toda la especie humana procede de un paraíso perdido al que, durante toda la vida, intentamos retornar.
En La conquista del olvido, mientras Andrés Abastillas pasea por Florencia rememorando una anterior estancia en esa ciudad, pero sin olvidar las experiencias dolorosas que le han llevado a Italia y que quisiera dejar atrás, Chiara Mantovani, en Turín y más tarde en Roma, busca desesperadamente a su familia y amigos que parecen haberse desvanecido en el aire pues nadie puede darle razón alguna de su paradero. Casi al mismo tiempo, porque la mayor parte de la novela se desarrolla en una primavera de la época actual, Celia Láncara, en Sevilla, no reconoce a Marcial Mata, su marido recién llegado de Afganistán. La tranquila vida del matrimonio parece amenazada por ciertos Servicios Secretos. Entre tanto, monseñor Guido Falconieri y su médico y amigo don Vittorio Saggezza, en Turín, y don Flavio Braschi en Roma, en el Palazzo del Santo Uficcio, discuten, sin ponerse nunca de acuerdo, sobre la autenticidad o falsedad de la Sábana Santa.
Hace algún tiempo, mientras mi hijo y yo viajábamos por Italia, se me ocurrió que podía ser que la prueba determinante de la autenticidad o de la falsedad de la Sábana Santa siempre hubiera estado al alcance de cualquier persona. Poco después, aparecieron varias novelas sobre la Sábana Santa y yo me desinteresé; pero esa idea acerca de la Sindone, que como sabes se conserva en Turín, se me había quedado por ahí, en algún rincón del pensamiento y, probablemente, fue el germen de La conquista del olvido, aunque en mi novela el tema de la Sábana Santa sólo se toca tangencialmente, es decir, no es una novela sobre la Sábana Santa. Por otra parte, siempre que pensaba en escribir una segunda novela, porque ésta no es la primera que acabo aunque supongo que sí la primera que se publique, se dibujaba en mi mente la imagen de un hombre paseando por las calles de Florencia. Y con ese paseo de Andrés Abastillas por la florentina vía Calzaiuoli y con el hallazgo de un objeto que le perturba y le obliga a replantearse su viaje a Italia, arranca La conquista del olvido.


9- Actualmente, ¿estás preparando alguna otra publicación?

Tengo una idea para una nueva novela. Es una imagen, algo parecido a lo que te contaba del paseo por Florencia pero, en este caso, es una escena más dura y creo que sucede en España, aunque también ocurrirán cosas fuera de España y, como me gusta mucho viajar de unas ciudades a otras cuando escribo y, como siempre que viajo en la realidad, los lugares que visito me sugieren historias —de hecho buena parte de mi primera novela se desarrolla en Viena y, con un cuento titulado Otoño en Viena, gané la primera edición del concurso de relatos de El País Aguilar—, pienso visitar muy pronto París y, un poco más adelante, Brujas, Colonia, Frankfurt y algunas otras ciudades europeas. Quiero respirar su aire y pasear por sus calles, que serán las de mi próxima novela. Y mi sueño... Mi gran sueño es disponer de tiempo para escribir porque escribir es uno de los grandes placeres de la vida y, concretamente, escribir ficciones es recuperar el paraíso perdido de los juegos infantiles.


10 - Si como dices has escrito otras novelas y muchos cuentos ¿por qué hasta ahora no has publicado en solitario?

He esperado un reconocimiento como el Premio de Novela de la Diputación de Córdoba durante mucho tiempo. Yo siempre he sabido que soy escritora y que, por tanto, puedo escribir una novela y, de hecho, como te contaba más arriba, ésta no es la primera; pero también he sabido, y sé, que es la mirada del otro la que refrenda nuestra posición en la vida. Deseaba una mirada –un juicio— imparcial y de un jurado con autoridad y lo he conseguido en una ciudad muy alejada de la mía y donde nadie me conoce. En estos años, aunque te parezca raro, he rechazado ofertas de algunas editoriales porque no se ajustaban a mi proyecto. Con otras, las que me gustaban, ni siquiera lo he intentado. Es muy difícil que los editores de prestigio lean un texto que no llega avalado por un nombre conocido o, al menos, apadrinado por alguien importante ¿Qué camino podemos seguir los escritores que deseamos publicar y sólo contamos con el trabajo y la ilusión? Yo no estoy segura, quizá haya sendas más fáciles que la que yo he tomado. Hay autores para los que es suficiente ver su obra impresa y no dan importancia al prestigio de la editorial ni a la distribución. Yo intento que mis novelas y mis cuentos lleguen al mayor número de personas y que, cuando esas personas las tengan en sus manos, aunque planteen temas profundos como el de la memoria o el de la identidad, se enganchen a la lectura, que pasen un buen rato, que quieran saber qué va a ocurrir después… Es posible que, ahora, gracias a la Diputación de Córdoba pueda acercarme un poco a esa meta. Y si no es así, seguiré intentándolo por todos los medios a mi alcance. Los que nos aventuramos por el camino de los concursos sabemos que nos lo tenemos que tomar con deportividad. Hay que tener mucha paciencia y perseverancia. Es preciso no decaer y saber elegir, sobre todo, en los concursos de novela. Lo más aconsejable es no perder el tiempo y el dinero (fotocopias, encuadernaciones, envíos) en los que tienen una dotación económica importante. Una buena manera de seleccionarlos es consultar los ganadores de ediciones anteriores. Si todos ellos eran conocidos cuando les premiaron, es mejor mirar para otro lado.


11- Entre tantas novelas como se publican, ¿qué tiene de especial La conquista del olvido? ¿Por qué crees que deberíamos leerla?

Porque es una buena historia, porque intriga y entretiene y porque creo que he sabido contarla. Pensé mucho en cómo y quién debía relatar los hechos que la constituyen, es decir, en las voces narrativas. Estudié cuidadosamente la estructura, que es lo que sostiene el edificio de la ficción. Es posible que, al leer La conquista del olvido, parezca que salto de un lugar a otro o de un tiempo a otro un poco a lo loco, pero puedo asegurar que los lectores no se pierden porque esa estructura, basada en la asociación libre, es la organización natural del pensamiento y la que propicia los grandes hallazgos. Esta novela no se le va a caer a nadie de las manos. Se lee con una gran facilidad y, aunque los personajes son adultos, he comprobado que también interesa a los lectores jóvenes porque, lo que les sucede a los protagonistas, puede ocurrir a cualquier edad.



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