José Manuel Redondo García, más conocido como LOLO, nació en León el 5 de Mayo de 1959. Autodidacta, comenzó como dibujante de tiras cómicas en el Diario de León en 1981 y continuó en Noticias de Palencia (1982), Diario 16 de Burgos (1983-1986) y en La Crónica de León desde 1986 hasta la actualidad. También ha colaborado con agencias de publicidad como Alas Bates, BSB, Rag Figure, Bonobos y alarde Publicidad. Ha colaborado con distintas publicaciones como Subterfuge (Madrid), Self Acceptance (Texas, USA), Ark (Reino Unido). Coeditor de la revista de Cómic “Grasilla” (León) ha sido galardonado con varios premios, sus obras han sido expuestas en numerosas ocasiones y ha publicado diversos libros, el úlimo titulado Aldefonsus Imperator en 2009, escrito por Camino Ochoa, es un comic que narra la vida de Alfonso VII.

Premios:
Primer premio Concurso Nacional de Cómic, San Andrés del Rabanedo, León (1987)
Accesit Concurso Nacional de Humor Gráfico, Diario de Burgos (1980)
Mención de Honor del Ministerio de Servicios Sociales, modalidad prensa (ilustraciones) Madrid, (1990)

Exposición “Scaná”, León (1982)
Salón del cómic de Barcelona (1985)
Muestras del Cómic de Castilla y León (1984-1986)
Exposición Itinerante de Artistas Jóvenes “karpatazo” de la Diputación de León (1985)
Exposición de cómic “Arrebato”, Madrid (1990)
Exposición de Cómic Instituto de Estudios Bercianos, Ponferrada (1991)
Exposición itinerante Tiras Gráficas de Pallarés, León (1992)
Exposición Acrílicos “Stress”, León (1993)
Exposición conjunta de Humor Gráfico “Tolerancia” de la Universidad de Alcalá de Henares, Madrid (1995)
Exposición Itinerante de Dibujantes Leoneses “Cómic en ruta”, Diputación de León (1996).

Yo, más que ilustrador me siento dibujante de cómic. Comencé muy joven, como casi todo el mundo del artisteo gráfico, emborronando los libros de texto. Mis primeros pinitos fueron en una hoja parroquial de San Francisco de la Vega, dónde publicaba todos los domingos una tira humorística sobre la vida de un Jesús muy hippie y enloquecido. Profesionalmente me forjé en la imprenta de la Vega, con 17 años y en una multinacional que se dedicaba al diseño de las bolsas de la compra. Luego, con 21 años, pasé a ser dibujante, primero del Diario de León y en la actualidad de la Crónica de León.

Mis temas favoritos están relacionados con lo negro, que es el color del futuro. Con lo que más disfruto es con el humor negro. Me atrae mucho el futuro, con la ciencia ficción y el pasado, con el cómic histórico. El underground y lo alternativo también son plato de mi gusto.

En cómic, entre un montón (no soy muy tiquismiquis), me gustan Jear Giraud (alias Moebius), Enki Bilal, Miguel Ángel Martín y Hermann Hopper y en humor Quino (el de Mafalda), el francés Serré y George Herriman el de la Krazy Kat. Pienso que todos los que estamos en este mundillo hemos necesitado, en los comienzos, tener referencias y estos que he mencionado son los que más me han sorprendido por su originalidad y calidad gráfica.

Me gusta mezclar las técnicas clásicas con la informática. Boceto a lápiz, paso a tinta con la típica plumilla y luego, después de escanear el dibujo, suelo tratar el color con la tableta gráfica si tengo prisa por entregar, si no, dónde esté un trabajo original hecho a mano, que se quite todo.

Aparte de ser un alivio para la vista, las ilustraciones en los textos sirven para favorecer la comprensión de los mismos, por eso depende de la edad a los que estén dirigidos, cuanto más joven es el lector, más necesita de la ilustración. Son perfectas para introducir a la gente, que no son muy dados a la lectura, en el fascinante mundo de los libros. Las ilustraciones ocupan en los libros de texto de educación primaria y secundaria en torno a un 50% de superficie.

Son imprescindibles. Para hacer un anuncio, una película y hasta un videojuego, se necesita un Historyboard o guión gráfico. Su objetivo es servir de guía para entender una historia, previsualizar una animación o seguir la estructura de una película antes de filmarse. Es más, es muy raro encontrar una página Web que no contenga un dibujo o una ilustración.

Una ilustración es meramente un apoyo a un texto. Es el componente icónico de un libro y aunque antes que la escritura apareció el dibujo, en el caso de la ilustración, está al servicio del texto. Al principio sí que cuesta, a veces, recrear algunos textos complicados, pero con el tiempo y mucho oficio, la cosa se pone mucho más fácil. El truco siempre es simplificar todo lo posible.

Hay para todos los gustos. Los ilustradores dependemos mucho de la cantidad de publicaciones en las que poder colaborar. La suerte que hay hoy en día, es que somos muy pocos, y cada vez menos, los que nos dedicamos a ese fin, por lo que la competencia es poca y la demanda, si nos saltamos la crisis, es buena. Si creo que estamos reconocidos, otro cuento es el reconocimiento económico en lo referente a los ilustradores de provincias. Ese es otro cantar.

Aparte del chiste diario en la Crónica, estoy preparando una exposición de humor, estoy ilustrando un par de libros y un montón de encargos de toda índole.

10. ¿Qué libro te hubiese gustado ilustrar?